Desaparece el historial del Teams de KPMG
A finales de 2019 Microsoft y KPMG firmaban una alianza para promover la digitalización, tanto de la propia KPMG como de clientes. Entre otras medidas se potenciaba el uso de herramientas como Office 365. Hace unos días salió una noticia que, en mi opinión, está recibiendo demasiada poca atención. Debido a un error humano se había eliminado el historial de mensajes de 145.000 usuarios en el Microsoft Teams corporativo. En principio sin opción de recuperación.
¿Por qué considero que esta noticia es muy importante? Porque estamos en una época donde consideramos que la nube es mágica, la solución a todos nuestros problemas, a la vez que nos quejamos de los problemas de privacidad que incluyen múltiples herramientas que utilizan esa magia en su día a día.
Aún así, voy a intentar explicarme por partes.
¿La nube es mágica? Para nada. Como dice esa frase tan famosa «la nube es el ordenador de otra persona». Ni más ni menos. Vale que para hablar de nube hace falta cumplir una serie de requisitos, pero no dejan de ser ordenadores. Con sus fuentes de alimentación, sus procesadores, sus almacenamientos… Ordenadores.
¿La nube lo recuerda todo? Como buen gallego responderé: depende. Todo depende de la configuración que hayas elegido para esa nube mágica que va a resolver tus problemas. Recordemos que no dejan de ser ordenadores.
¿La nube implica perder la privacidad? No tiene porque. Hay usos muy diferentes para la nube y, como he dicho, todo depende la configuración que uses para implementar la solución que buscas. Aunque almacenes tus datos en los ordenadores de otra persona pueden estar cifrados y sin una forma sencilla de vincularlos contigo. No tienen porque dejar de ser privados, por poner un ejemplo.
¿Dónde está la miga de esto?
Hemos escuchado hasta la saciedad que diferentes empresas de internet se aprovechan de LaNube para guardar tus datos de forma indefinida. Cuando tú eliminas una foto en alguna plataforma realmente lo que haces es eliminar el acceso directo a esa foto, pero si sabes buscar el recurso todavía sigue almacenado en algún disco duro. O eso nos han hecho creer.
Así que cuando algo se borra de la nube hemos tendido a pensar que realmente no se borra. Que siempre estará ahí. Que siempre existirá una forma de recuperarlo.
El problema de esta situación es que hablamos de un entorno corporativo, no de un entorno de fiesta y disfrute. Un entorno en el que alguien se ha asegurado que cuando tú quieres eliminar algo se elimine de verdad (dejando a un lado papeleras de reciclaje). Un entorno en el que alguien ha dado la orden de eliminar algo, por error, pero ha dado la orden. Y ese algo se ha borrado. Es decir, el proveedor ha cumplido su papel.
Así que hay 2 corrientes en este asunto, como todo.
Por un lado la gente que dice que no te puedes fiar de Microsoft, porque si no hacen el esfuerzo de recuperar los datos de KPMG, un cliente con 145000 cuentas de usuario de forma directa, con un acuerdo a 5 años, ¿cómo van a hacer el esfuerzo de recuperar los datos de tu empresa?
Por otro lado está la gente que dice que precisamente por esto deberíamos fiarnos de Microsoft. Un proveedor que ha creado un producto corporativo, basado en la nube, pero que sigue las directrices que tú, humano, le ordenas. Sin alternativas ni planes B. Porque tú le has pedido que no exista un plan B.