El futuro pinta ARM… empezando por Apple
ARM. Parecen 3 simples letras, ¿verdad? Pues durante esta última semana se han puesto en boca de todos y han dado bastante que hablar. Solo hemos necesitado que Apple anuncie una transición de Intel a ARM para que esas 3 letras aparezcan en todos los medios tecnológicos (blogs, portales, podcast…) que te puedas imaginar.
Durante muchos años un procesador ARM era eso que ponías en cacharros que no necesitaban grandes cosas. Móviles, tablets, consolas portátiles, placas tipo Raspberry… Esas cosas pequeñas donde realmente lo que importaba era el consumo y no tanto el rendimiento. O dicho de otro modo, aceptabas un menor rendimiento a cambio de la sencillez, en forma de menor número necesario de transistores, que te aportaba el diseño basado en RISC.
Aún recuerdo mis primeras experiencias con una Raspberry Pi 1B. Procesador de 1 único núcleo a 700Mhz, 512MB de RAM y 2 puertos USB que compartían bus con el puerto RJ45. Llegó a mis manos hace unos 7 años o así y, a día de hoy, todavía sigue funcionando como servidor DNS en mi red interna. Nunca fue un equipo para ir con prisas, el mejor compañero a la hora de usarlo era la calma.
El año pasado, mi mejor amigo me regaló una Raspberry Pi 4 4GB por mi cumpleaños. Por si había dudas también fue él quien me regaló esa Raspberry Pi 1B. El caso, que esta RPi 4 ya dejó de ser divertida para mi. Funciona demasiado bien. Hasta la puedes usar como ordenador con unos resultados más o menos decentes. No es que vaya a sustituir a un buen sobremesa, pero hablamos de un cacharro que consume unos 3.5W en reposo, llegando a picos de 7W. Nunca tenemos que olvidar eso.
Pues bien, eso parece ser un poco lo que ha pensado Apple cuando anunció Apple Silicon. Es más, no se limitó a anunciar el procesador, sino que dijo que gran parte de los Mac del futuro usarán estos procesadores.
Por supuesto lo han hecho un poco más a lo grande. Las primeras unidades de desarrollo cuentan con un procesador de 8 núcleos (en formato 4+4, el A12Z un poco vitaminado), con 16GB de RAM y un SSD de 512GB. Vamos, no son precisamente una Raspberry Pi de 60€. De hecho no tienen mucho que envidiar a algunos portátiles.
Importancia del movimiento
Lo primero que uno puede pensar de un movimiento así por parte de Apple es lo que les gusta a ellos esto de ser lo más cerrados posible y como este tipo de integración les permite llevar eso un poco más al extremo. Es un poco la filosofía del iPhone/iPad en ordenadores. Ya no solo te proporcionan el software (macOS), sino que ahora te van a proporcionar también el hardware. Una plataforma totalmente cerrada y optimizada, por la que vas a tener que pasar si quieres entrar en el ecosistema (nada de hackintosh ni cosas parecidas… al menos una buena temporada).
Por otro lado tenemos la importancia de la portabilidad.
Uno de los grandes argumentos de venta de un MacBook es su batería. Portátiles que puedes usar durante todo un día de trabajo sin problema. Y eso nos gusta, ¿verdad? Ahora le sumamos que, a día de hoy, gran parte del trabajo que se hace con ordenadores se puede hacer, de sobra, con la potencia que ofrece un portátil.
Como dije casi al principio, una de las ventajas de ARM es que su diseño es más simple y necesita menos transistores. Menos transistores implican dos cosas: menos consumo energético y menos calor. Cuánto menos calor generas menos calor te tienes que quitar, así que un portátil sin ventiladores no es tanta locura (o¿ has visto ventiladores en un iPad?).
En cuanto al consumo tenemos dos variantes. Puedes elegir mantener la batería actual multiplicando la duración de la misma (20 horas de batería real, por ejemplo) o puedes mantener la duración actual de la batería reduciendo el peso de la misma (MacBooks con peso inferior a 1Kg). Cualquiera de las dos opciones suena bastante tentadora.
Y esto es, a grandes rasgos, lo que ha presentado Apple. Un futuro con ordenadores que consuman menos, lo que nos permita reducir pesos y extender duración de baterías. Una apuesta que otros fabricantes llevan años intentando pero todavía no parecen tener un producto tan maduro como Rosetta 2, el intérprete que hace posible la ejecución de aplicaciones pensadas para procesadores Intel en estos nuevos procesadores ARM.